Albal continúa dando pasos para convertirse en un municipio 100% accesible

Mejorar la accesibilidad ha sido una máxima del gobierno de Albal que preside Ramón Marí, “para procurar calidad de vida a todos nuestros vecinos y vecinas, como derecho fundamental de las libertades personales a poder llevar una vida autónoma”, asegura el alcalde.

Según datos de 2019 proporcionados por la Dirección de Análisis y Políticas Públicas de la Presidencia de la Generalitat, el municipio tiene un índice de dependencia del 46,37% y el 12,78% de sus 16.399 habitantes son mayores de 64 años. Conscientes de la necesidad de adaptar toda la trama viaria, los servicios públicos, las instalaciones y los sistemas de información y comunicación municipal a todas las personas y dar respuesta a la realidad de la ciudad, la localidad ha actualizado su Plan de Accesibilidad, realizado por la empresa Cumulus City SL y que ha concluido que para conseguir un Albal cien por cien accesible se necesita una inversión de unos cuatro millones de euros. Manuela Molina, arquitecta municipal del Ayuntamiento anuncia que el próximo año comenzará a ejecutarse el Plan y explica que se van a destinar 500.000 euros al centro histórico y a la Plaça del Jardí.

El primer Plan de Accesibilidad que se redactó en Albal data del año 2004 realizado por COCEMFE, el documento fue mejorado hace siete años, “y por ello era necesario incorporar las nuevas exigencias legales que han surgido desde su modificación”, según explicó la portavoz del gobierno, María José Hernández, en el pleno del ayuntamiento celebrado el pasado jueves, donde fue aprobado por unanimidad. Se ha realizado una auditoría de la accesibilidad local, en las zonas más significativas, para conocer su estado, planificar y diseñar una estrategia política y económicamente asumible. El documento se utilizará como un Plan director a desarrollar en los próximos años para conseguir un municipio totalmente accesible.

La falta de accesibilidad limita la autonomía de las personas, como su capacidad de elección e interacción con el entorno y sus oportunidades de participación en la vida social, factores que conforman la base para el ejercicio igualitario de las libertades fundamentales. Por tanto, “el principal objetivo de nuestro Plan de Accesibilidad es conseguir que los itinerarios urbanos principales, y nuestras zonas de interés, sean transitables”, explica el primer edil.
Hasta la fecha, son muchas las actuaciones que se han realizado para convertir Albal en un municipio libre de barreras, para que independientemente de las posibles discapacidades, la ciudadanía pueda desenvolverse sin obstáculos que dificulten el desarrollo normal de sus actividades cotidianas y sociales. Los proyectos más recientes han sido: la semipeatonalización del casco antiguo del municipio- en el entorno de la Torre árabe- y la modernización de las calles Santa Anna-Sant Blai y Sant Antoni. En ambas intervenciones se ha conseguido limitar el tráfico, se han eliminado barreras arquitectónicas y se han construido aceras más anchas para ganar en accesibilidad y seguridad en zonas donde residen, mayoritariamente, personas mayores. Ambos proyectos han sido distinguidos por la Generalitat Valenciana con el Primer Premio a la Movilidad en 2019 y 2020.

En tiempos de la COVID-19, la población también ha tenido en cuenta la accesibilidad digital. La crisis ha subrayado la importancia de su inclusión para que todas las personas tengan acceso a Internet en igualdad de condiciones. En el Ayuntamiento ha priorizado los servicios online, para evitar contagios y seguir dando respuesta inmediata a las necesidades ciudadanas. “La pandemia ha venido a transformar hábitos y formas de relacionarnos que llegan para quedarse”, concluye el alcalde quien, en esta jornada que se celebra el Día Internacional de las personas con discapacidad, “seguimos trabajando por la accesibilidad universal, por minimizar la vulnerabilidad que padecen muchas personas con movilidad reducida, en definitiva, por los derechos y el bienestar de todos y todas”.