Alexis y Raúl, dos conductores madrileños de lanzaderas, que no olvidarán Paiporta

Alexis y Raúl son dos conductores de autobús madrileños que durante casi 8 meses han prestado servicio llevando las lanzaderas que unían la ciudad de Valencia con Paiporta. Ellos, como los demás conductores que han prestado este servicio, han visto como un pueblo se levanta tras la tragedia y reconstruye su alma. Unos meses muy duros, pero a su vez gratificantes. «Durante este tiempo hemos escuchado los testimonios de los vecinos que habían perdido todo y hemos visto sus caras de desaliento. Hemos conocido la historia de familias que habían perdido a sus seres queridos, relatos muy duros que nos partían el corazón», cuenta Alexis. «Pero para nosotros ha sido una experiencia única, la mejor de mi vida«, resalta Alexis que afirma que no olvidará nunca esos saludos de la gente al subir al autobús cada mañana, las palabras de agradecimiento por la labor prestada o los detalles de los vecinos.

Imagen de todos los conductores madrileños que han estado trabajando en los pueblos de la Dana

Alexis y Raúl dejaron a sus familias en Madrid; el primero novia y familia, el segundo cuatro hijos, para formar parte del equipo de lanzaderas que han estado estos meses circulando por Horta Sud hasta que el metro volviera a funcionar y completara su recorrido habitual. Ellos han sido de los últimos conductores en marcharse, y aunque la mayor parte del tiempo han hecho el recorrido a Paiporta, también realizaron en alguna ocasión el de Picanya y Torrent. Este grupo de conductores estaba formado al principio por más de 100 personas, pero muchos de ellos ya regresaron a sus casas. Llegaron pensando que estarían hasta el 21 de febrero, después hasta el 31 de marzo, que más tarde se amplío hasta el 21 de junio, y definitivamente, prestaron servicio hasta el 27 de junio, día en el que el metro volvió a ponerse en marcha en la zona arrasada por la Dana.

Meses en Paiporta

«Han sido unos meses en los que hemos visto poco a nuestras familias, en los que hemos vivido en hoteles distintos, pero ha sido una experiencia increíble. Cuando nada más ocurrir la catástrofe recibí un correo para ver quién quería colaborar con Valencia, no dudé en apuntarme, y lo volvería hacer una y mil veces, porque la satisfacción que me ha llevado este tiempo no se paga con nada», relata el madrileño.

Alexis dice que no olvidará muchas cosas, que le han dejado huella y que estará pendiente de la reconstrucción de Paiporta y del resto de pueblos afectados por la barrancada. Regresará a Valencia porque se ha enamorado de esta tierra y de sus gentes. «En este tiempo Raúl y yo que no nos conocíamos nos hemos convertido en familia y hemos hecho amigos para toda la vida. Me quedó con un montón de recuerdos, como nuestros primeros pasos conociendo como se encontraban las calles del pueblo, la macromascletà del barranco, la cremà de la falla SOM, el castillo que vimos junto con nuestro amigo y vecino Jose, o la experiencia comiendo en el Soul Coffe. Tampoco puedo olvidarme de como hemos visto derribar la estación de metro y levantarla en pocos meses, igual que el puente del barranco. Y cómo no, acordarme del Bar de El camarero Maikol ( que es chino) y nos ha cuidado a los conductores como nadie».