Beatriz Castaño: “Es muy duro cuando se persona la víctima en comisaría golpeada, herida y con sus hijos de la mano buscando nuestra protección”

Hablamos con la inspectora jefa de la UFAM de la comisaría de Xirivella sobre su lucha contra la violencia machista como policía y escritora

Durante los meses de confinamiento muchas mujeres han estado encerradas con sus maltratadores, ¿Cómo lo han estado gestionando desde la UFAM de su comisaría?

Se ha gestionado a través de las dos funcionarias que tengo encargadas de la protección de las víctimas, de la sección de UFAM protección, y claro, todas las mujeres que tienen en vigor una orden de protección han estado siendo controladas por estas agentes como se hace de manera habitual, sin influir el hecho del encierro por el Covid.

¿En este tiempo ha habido menos denuncias? ¿Cuál piensa qué es el motivo?

Sí, ha habido menos denuncias pero hay varios motivos. Uno de ellos es que la mayor parte de los presuntos maltratadores tienen algún tipo de adicción y durante el tiempo de confinamiento los bares estaban cerrados, al no poder ir al bar no podían beber, y además, si están encerrados con sus víctimas en casa y hay algún episodio de maltrato, aunque los hubiese, ellas tampoco podrían salir a pedir ayuda, ni a una comisaría a denunciar porque están siendo controladas por ellos. Durante el confinamiento no teníamos denuncias, algo extraño para nosotros, y llegó mayo, cuando íbamos pudiendo salir a la calle y comenzaron a entrar las denuncias al ritmo habitual.

Cuando una mujer denuncia, ¿qué pasos siguen desde estas unidades?

La UFAM está dividida en dos secciones: UFAM investigación, que es la sección que atiende a la víctima cuando se presenta en comisaría; y UFAM protección, que se encarga de hacer el seguimiento. Los pasos son los siguientes, los compañeros cuando llega una mujer para denunciar un caso de violencia de género se entrevistan con ella de forma reservada y le toman la denuncia. Una vez que se le toma la denuncia o mientras le estamos tomando declaración se le informa de que tiene la posibilidad de solicitar una orden de protección, y además, se le dice que puede disponer de un medio telemático. En el caso de ellas, es un teléfono que se llama Atenpro, y que puede utilizar en cualquier momento que se sienta amenazada. También hay otro medio de control que se le coloca al hombre, que es la pulsera telemática, que está controlada por vía GPS y que nos indica en todo momento donde se encuentra él, y si se acerca a la víctima el dispositivo que ella lleva le avisa de que está próximo y entonces puede llamar a la policía, y en ese momento, actuamos nosotros.

Un trabajo muy duro, en el que imagino que será muy difícil no implicarse y más siendo mujer…

Todos los trabajos que se realizan dentro de los cuerpos policiales son duros. El de UFAM es muy duro sobre todo cuando se persona la víctima en comisaría golpeada, herida y con sus hijos de la mano buscando nuestra protección.

¿Nos podría decir cuál es el número de víctimas qué lleva la comisaría de Xirivella en este momento?

En la comisaría de Xirivella que abarca las poblaciones de Xirivella, Aldaia y Alaquàs tenemos en la actualidad 98.

¿Piensa qué faltan recursos para mejorar los procesos del trabajo policial?

Faltan recursos. El primordial es la falta de personal, aunque también medios materiales: ordenadores, vehículos policiales camuflados, unas mejores instalaciones para atender a la víctima. Me encantaría tener una zona muy reservada y bien ubicada en el centro de la comisaría para que la víctima no tuviera que recorrer las instalaciones delante de muchas otras personas. Y cuando vienen con los niños, me gustaría disponer de un cuarto donde los pequeños pudieran estar entretenidos, nosotros tenemos pinturas y algunos juguetes, pero sería ideal disponer de un cuartito para que los chiquillos no tuvieran que ver pasar policías de uniforme entrando y saliendo.

Por último, nos gustaría hablar de otra faceta de su vida. Además de luchar contra la violencia machista como policía lo hace también como escritora.

Efectivamente, he escrito un segundo libro que se encuentra ya en la editorial y que se ha retrasado su salida por el Covid-19. Se titulará “Historia de una mujer cualquiera: Susana”. Es un caso real que yo viví a nivel profesional hace varios años y que consideraba que debía de ser contado.