Cómo hacer que el 2023 sea el año del crecimiento profesional

El año 2023 está a la vuelta de la esquina y, en los tiempos complejos e inciertos que vivimos, es necesario anticiparse ante los nuevos escenarios. Después de atravesar una de las peores crisis financieras de los últimos años, y cuando estábamos en la senda de la recuperación, la pandemia ha trastocado nuestras vidas poniendo a muchos profesionales en la casilla de salida. Por ello, si quieres que el próximo año esté marcado por el crecimiento profesional presta especial atención a estas recomendaciones.

 

No dejes de formarte

Aunque se disfrute de la tranquilidad de tener un puesto de trabajo e, incluso, se considere tener un buen empleo, la formación no debe abandonarse. En la actualidad, complementar los estudios, adquirir nuevas habilidades y/o actualizar las competencias, es un tema fundamental puesto que el mercado laboral se está transformando a gran velocidad además de ser cada día más competitivo.

 

Hace ya tiempo que los trabajos para toda la vida han desaparecido. Debido a la revolución tecnológica, empresas y organizaciones de todo tipo y tamaño demandan trabajadores capaces de desempeñar nuevos roles con mayores niveles de responsabilidad. Por ello, la importancia de prepararse de forma continua y adecuada. Ocurre, sin embargo, que mucha gente no sabe qué estudios iniciar para incorporarse de manera inmediata al mercado laboral o para impulsar su perfil profesional. En esa línea y según testimonio de varios titulados, una de las mejores opciones es realizar una formación superior de máster. Entre la amplia variedad de alternativas formativas, los Máster en Dirección de Empresas o MBA son desde hace años los programas por excelencia que potencian de forma efectiva los perfiles profesionales.

 

Un MBA es un recurso formativo versátil que ayuda a conocer las reglas de juego del mundo empresarial. La eficiente dirección y gestión de las empresas tiene consecuencias sumamente positivas en la actividad económica y, por ende, en el bienestar de las personas y de la sociedad. Además, las organizaciones empresariales contribuyen a generar empleo, impulsan la investigación y ofrecen nuevos productos y servicios para satisfacer la demanda. En definitiva, impulsan el progreso.

 

Por eso, los MBA tienen la misión de formar y desarrollar profesionales capaces de promover proyectos empresariales que hagan que el mundo sea cada vez más próspero y sostenible. Año tras año se va consolidando el claro ejemplo que encontramos en la oferta de masters MBA en Valencia en los que por sus aulas han pasado miles de alumnos, desde empresarios, directivos, emprendedores o autónomos hasta jóvenes sin experiencia o trabajadores por cuenta ajena experimentados. Todos ellos dieron un paso tan importante como embarcarse en la aventura de estudiar un MBA para seguir creciendo en una empresa o buscar un empleo de mayor responsabilidad o mejor retribuido. No quepa la menor duda que un currículum con un título MBA es más completo y atractivo para las empresas, además de ser un importante impulso de crecimiento profesional por el conocimiento interdisciplinar que genera.

 

Actualiza habilidades y adapta tu experiencia a la realidad del mercado laboral

Más allá de los beneficios evidentes que a nivel curricular puede tener la formación, y máxime si estudias un MBA, es también imprescindible actualizar habilidades y competencias que encajen con la realidad laboral. En cualquier profesión, y hoy más que nunca, los campos de conocimiento deben estar en constante actualización. La evolución profesional exige analizar el expertise laboral e investigar lo que demanda el mercado laboral.

 

En definitiva, la evolución del mercado laboral hacia el mercado tecnológico implica convertirse en experto en uno o varios campos. Actualizar conocimientos y adquirir otros nuevos reduce las posibilidades de que empiecen a aparecer carencias formativas que puedan tener una repercusión directa en la calidad del trabajo que se desempeña, en la duración del empleo y en las retribuciones que se perciben.

 

Analiza tu experiencia, y bajo esta reflexión, selecciona las habilidades y competencias que has adquirido a lo largo de tu vida profesional. Según los expertos, es más recomendable construir una imagen de nosotros mismos como profesionales que ofrecen un servicio o resuelven un problema más que como empleados. De ahí, la importancia de crear una marca personal.

 

Aumenta tu lista de contactos profesionales

Asistir a un curso o estudiar un máster es una de las mejores maneras para aumentar los contactos profesionales. Tanto si la formación es presencial, semipresencial u online, son vías efectivas para construir una red de contactos integrada por profesores y compañeros con intereses y aspiraciones similares.

 

Por otro lado, hoy internet ofrece diversos recursos que permiten establecer relaciones o difundir una marca personal. Las redes sociales o publicar contenido en un blog son caminos para mostrar al mundo tus intereses y capacidades. Por ejemplo, con un perfil en LinkedIn o Instagram se puede mostrar las facetas claves de tu trabajo y competencias. Muchos recruiters se valen de estas redes sociales para recabar información clave sobre potenciales candidatos para optar a un determinado puesto de trabajo.

 

En paralelo, asistir a conferencias, ponencias y otro tipo de eventos organizados por referentes de un sector se constituyen en otras de las formas de seguir aprendiendo con el fin de conocer a otras personas que pueden ser una fuente de motivación e influencia para el crecimiento profesional y empresarial. Estar al día es un proceso constante que no sólo requiere de una actualización formativa, sino que también pasa por saber cómo están trabajando los referentes del sector y estar atento a la opinión sobre los principales retos asociados que atañen a los diferentes sectores de interés.

 

Trabaja tu resistencia al fracaso

La última recomendación para impulsar el crecimiento profesional en el 2023 es trabajar la resistencia al fracaso. Uno de los problemas generacionales en la actualidad es la intolerancia al fracaso. A lo largo de la vida profesional es normal fracasar ante lo cual lo más importante es tener ganas y voluntad de aprender a levantarse. Uno de los problemas que destacan los expertos en recursos humanos y los educadores es el gap que comienza a existir entre el talento que demanda el mercado y el que sale de las instituciones educativas.

 

En muchos casos tener una elevada capacidad de resistencia al fracaso, mostrar compromiso o ejercitar un liderazgo efectivo, son matices que aproximan a una persona sin conocimientos técnicos a posicionarse con ventaja en el mercado laboral y ser un perfil válido para trabajar en el mundo empresarial, profesional, industrial o, en muchos casos, del sector público.

 

Por eso, conocer o haber estado en contacto con los problemas del ecosistema empresarial, de la administración pública así como estar preparado para enfrentarse a situaciones difíciles, aumentan de forma indudable la tolerancia al fracaso, el aprendizaje continuo y el compromiso con el crecimiento profesional.