El padre de los menores asesinados en Godella presenta pruebas en su defensa

València, 31 ene (EFE).- La defensa del padre de los niños que fueron asesinados el año pasado en Godella (Valencia) ha presentado al Juzgado de Instrucción número 4 de Paterna, que investiga lo sucedido, nuevas pruebas con las que tratar de descargar la responsabilidad que el instructor inicialmente le atribuye.

Los padres de ambos menores se encuentran en prisión provisional acusados de asesinato y profanación de cadáveres (por haber enterrado los cuerpos de forma ilegal) desde el pasado mes de marzo.

Según las fuentes del caso consultadas por EFE, este viernes están previstas las declaraciones de dos agentes de policía en calidad de testigos, y aprovechando esta comparecencia el letrado de Gabriel, el padre de los menores, tiene previsto presentar nuevas pruebas.

Entre ellas figuran varios mensajes enviados por la abuela materna a la paterna en la que, el 21 febrero, la primera comunica a la segunda que la pareja (los padres de los menores, Gabriel y María), se encuentra bien y que demostrarían, según esta parte, que no había sospecha alguna de lo que sucedió el 14 de marzo.

En esta conversación, la abuela paterna pregunta a la materna por la pareja, porque no lograba contactar con su hijo (Gabriel).

La materna responde que están bien, que Gabriel ha perdido el teléfono, que «mañana tendrá otro» y que María solía tenerlo en silencio.

Por otra parte, este letrado aportará un reportaje fotográfico en el que se puede comprobar la situación de la vivienda en la que residían Gabriel y María con sus dos hijos para contradecir la idea de que vivían en condiciones precarias o insalubres.

Los hechos que ahora se investigan se produjeron el 14 de marzo de 2019, cuando fueron hallados muertos y enterrados en una vivienda del término municipal de Godella un niño de 3 años y medio y una niña de apenas cinco meses, hijos de los procesados.

El hallazgo se produjo nueve horas después de que la madre, que fue hallada desnuda y oculta en un bidón, confesase su ubicación.

Los cuerpos fueron enterrados en dos fosas, una a unos 75 metros de la vivienda que ocupaba la familia de forma ilegal, y el otro a unos 150 metros, en el suelo.

En los días posteriores a este suceso, la madre fue objeto de varios análisis médicos para tratar de determinar si sufre alguna enfermedad mental, y finalmente al menos dos informes psiquiátricos, que ya obran en la causa, han determinado que sufre esquizofrenia paranoide, motivo por el cual está intensamente medicada.

Este diagnóstico podría propiciar que el juez la declarase inimputable y que, en consecuencia, quedase exenta de responsabilidad criminal alguna.

Cabe señalar que la madre fue atendida en el centro de salud de Godella hasta en dos ocasiones durante el mes previo al crimen (la última días antes) porque sus familiares la encontraban más alterada e irascible que de costumbre, pero regresó a casa sin que se le hubiese diagnosticado dolencia alguna.

Junto a estos informes psiquiátricos, obran también en la causa informes del departamento de Criminalística de la Guardia Civil que constatan el hallazgo de sangre de los menores en la ropa que vestía la madre cuando se produjo el asesinato de sus hijos a golpes con un objeto contundente (entre las diez de la noche del 13 de marzo y las cuatro de la madrugada del 14 de marzo, según las autopsias).

Este hallazgo permite concluir que María tuvo contacto con el cuerpo ensangrentado de sus hijos y que posteriormente los enterró, ya que también había tierra en sus pantalones.

En la ropa que vestía el padre cuando se cometió el crimen no se hallaron restos algunos de este tipo. EFE