Les covetes de Massamagrell: marca de su historia

Massamagrell es un municipio de l´Horta Nord, uno de los que más ha crecido en las últimas décadas. Sin embargo, esta localidad caracterizada por sus fiestas, tradiciones y cultura tiene un vestigio que muchos otros municipios no tienen. Me atrevo a decir que junto con Paterna es el único municipio que conserva una de aquellas viviendas tan peculiares como son: las cuevas.

Paterna es ciudad por excelencia de las cuevas, de su patrimonio y cultura, pero aun así Massamagrell es medalla de bronce pues resalta en l´horta Nord como el único municipio, después de Paterna, que alberga una cueva, eso sí protegida desde el último PGOU. La zona de les coves pertenece a esta localidad como tal, como barrio, como si fuera Cuiper de Foios o Roca de Meliana; la historia del barrio de les coves o Barri de la Magdalena es tan peculiar como su única cueva que además hoy por hoy está siendo reformada para ponerse a vivir los hijos de los propietarios de la cueva.

Su historia se acerca al 1271 cuando se otorgó carta-puebla, teniendo el dominio la Orden de Calatrava. En 1392, el rey transfirió los derechos que conservaba a Raimundo Boïl, cuya familia obtuvo años después, en 1426, también los de Calatrava y once años más tarde la jurisdicción criminal. El marqués de Dos Aguas fue su último señor territorial. Tenía 105 casas (500 habitantes) en 1646, casi medio siglo después de que los moriscos fueran expulsados. En 1794, contaba ya con 230 casas (más de 1000 habitantes). Un siglo más tarde, en 1897, la población se había casi triplicado, alcanzando 2.852 habitantes. A partir de aquí es cuando en el catastro de Massamagrell aparece en 1880 la referencia a la Cueva Mansergas. Las casas cueva surgieron por necesidad, para ser usadas como vivienda. La única que se conserva actualmente es la Cueva Mansergas. Está situada en el número 54 de la avenida Serra, en el barrio de la Magdalena.

Características de las cuevas
Durante años los propietarios vivieron en ellas como verdaderas casas. Además, daban el bienestar necesario en verano y el justo calor en invierno. Este tipo de cuevas eran necesarias porque bastaba con conseguir una pequeña superficie en alquiler o comprada a un bajo precio y se cavaba un subterráneo que se podía ensanchar y profundizar a modo de laberinto.

Acceso a un piso superior

La calidad de terreno favorecía su construcción ya que la roca es compacta e impermeable, blanda al pico y se endurece con la acción atmosférica. Solían construirse en 4 años. Se adaptaron como si de una vivienda contemporánea común se tratara. Los muros eran para alhacenas, tenían salida de humo y un patio interior desprovisto de techo para aprovechar la luz, la ventilación y hacer al mismo tiempo uso de corral. Por fuera se distingue la chimenea de tiro, elemento característico de las cuevas y una oquedad de forma poligonal irregular. La vivienda o cueva constaba de dos plantas.
Sobre los años 40 la historia de estas cuevas va desapareciendo pues se forjó implícita una obra social principalmente para la clase obrera y humilde. Los capuchinos hicieron de esta zona un lugar amable y contaron desde el primer momento con el apoyo del ayuntamiento. El legado de éstas se remonta a que en el municipio se han encontrado restos de época romana en la loma de Baiona, cerca del límite con Museros. Sin embargo, el origen del núcleo actual de Massamagrell data de época andalusí. Fue una alquería que, tras la conquista, fue concedida por el rey Jaime I a Sancha Pérez de Aguilar en 1238, pero luego se la cambió por otra y dio la de Massamagrell a Sánchez Vera, Pedro Eximén y Fortún Sánchez.

Nuevas casas
Con el trabajo de los capuchinos fueron desapareciendo las cuevas y se fue construyendo un núcleo pequeño urbano, con casitas bajas que tomaron el nombre de barriada de la Magdalena. Se fue estableciendo la luz eléctrica, agua potable y se fue construyendo el saneamiento de sus calles. Se amplían la calzada y se mejora el tráfico rodado. Fue exactamente en 1959 cuando se comienzan a levantar este grupo de viviendas; las obras corren a cargo del Patronato de San Francisco de Asís de los Hermanos Capuchinos y el numero de hogares fue de cerca de 50 casas luego se llegarían a ampliar hasta 140 casas más; asípues, fue como fueron desapareciendo las cuevas hasta la actualidad que solo queda una de propiedad privada y que se está rehabilitando y trabajando para hacer uso de una nueva vivienda. Les coves o la Cova de Massamagrell es todo un legado de los que nuestros antepasados fueron.