“Nuestra escuela, ahora, es el pueblo de Foios»

Doña Paquita y Don Salvador se han convertido, con el paso de los años, en dos figuras importantes y queridas en la historia de la educación y en la historia vigente de Foios

Sus ojos todavía desprenden sabiduría, alegría y educación. Han pasado años. Muchos desde que Doña Paquita y Don Salvador, un matrimonio de profesores de Foios, se hacían un hueco entre los jóvenes y entre los padres de esta pequeña localidad de l´Horta Nord. Paquita tiene ahora 79 años y Salvador 82. Su vocación y pasión hacia el sector de la educación les ha convertido en dos personas muy queridas en Foios. Pasean, leen, escuchan música y dedican el tiempo a los suyos: sus hijos y nietos. Hace 20 años que ya están jubilados, pero sus palabras, llenas de sabiduría, delatan que se han sabido adaptara los tiempos de internet, de las prisas y del estrés…
“Antes era todo tan diferente”- señala Paquita con tono nostálgico “empezamos a dar clase en las escuelas nacionales de Foios en el año 74 siendo profesores de primaria”.
Se conocieron después de aprobar unas oposiciones, se casaron en el 63 y desde entonces están juntos. Una conversación con ellos te hace casi tocar los años 70. Una regresión a los años donde no existía el valenciano en las aulas, ni informática, ni inglés… “Vivimos la llegada de los especialistas en estas nuevas materias por el año 88, pero antes vivimos la inclusión de las clases mixtas en el 1982. Nos sorprendió casi más a nosotros que a los mismos alumnos, todos mezclados se organizaron y adaptaron sin ningún problema”, relata con entusiasmo Salvador. “Lo de las clases de inglés e informática fue una irrupción en el mundo de la educación espectacular. Nos tuvimos todos que reorganizar, compartir horarios, las horas e incluso asistir a cursos para ver de que trataba aquello de los ordenadores por el año 93”- recuerda Salvador.

Diferencias con la actualidad
Doña Paquita relata que “el respeto a la figura del profesor era increíble, desde los alumnos hasta los mismos padres y madres. Ahora se duda mucho…” Salvador cuenta una anécdota al respecto “una vez estando reunido con los padres de una alumna, ésta entró en la sala, diciéndome Salvi en vez de Salvador. Los padres le dijeron que qué modales eran esos y yo defendí que era una forma coloquial que no pasaba nada. Los profesores éramos muy padres a la vez”, relatan ambos. “Eso ahora ha cambiado. El placer de ver a los alumnos como cada uno va cogiendo su camino y se van alzando en sus opciones de dedicarse a lo que quieran era maravilloso. Hay veces que los padres olvidan ahora lo importante, la formación real de los alumnos, ahora quieren que aprueben y basta. Hay que estimularles y dejarles elegir…”
Pensativa y con sonrisa añade Paquita “recuerdo a un alumno que le preguntabas qué quería ser de mayor y contestaba Arconada o nada, era obviamente amante del fútbol”.
Cuentan que el sistema de evaluación era también diferente.Hacían exámenes periódicos cada 15 días y así iban evaluando al alumnado y no era tan complicado. “Temática explicada, temática evaluada”, afirman.

Un protocolo más fácil
Ahora ambos profesores jubilados comparan el tema administrativo “antes era todo mucho más fácil. Ahora hay mucho papeleo, matrículas. Incluso también para dar las notas: un simple folleto donde anotábamos los progresos de los alumnos incluyendo alguna nota personal para los padres. De esta manera, los padres entendían si sus hijos iban bien en la escuela” reafirman.

La construcción de un nuevo centro
El colegio Virgen del Patrocinio fue su lugar de crecimiento profesional donde se jubilaron y en el que vivieron muchos momentos importantes entre ellos: dando EGB vivieron la creación y construcción de un segundo centro educativo el Rei en Jaime y su desdoblamiento de alumnos y profesores. Paquita recuerda que “imagínate habíamos llegado a tener hasta 45 alumnos en una misma clase y pasamos directamente a tener 20. Fue una opción buena y nueva y los dos centros se llevan muy bien. El de Virgen de Patrocinio es en línea en valenciano. Había mucho compañerismo entre los profesores de ambos centros. Nos adecuamos también muy bien.”

Vocación ante todo
Tienen claro que si volvieran a nacer volverían a ser profesores. Ahora desde su calle El Portalet miran de lejos el colegio Virgen del Patrocinio y escuchan el griterío de los pequeños en el recreo, y la música de aviso de entrada. Ambos se miran y sonríen “antes eran simples pitidos (como los de una fábrica en tiempos de labor de los 80)”, pero disfrutan paseando por Foios donde les paran, y sus alumnos, que ahora son padres, les dicen a sus hijos “veus ella es Doña Paquita i Don Salvador, eren els Mestres de la mamà”. El niño los mira con asombro. Hablan los 4 y recuerdan momentos…
Para Doña Paquita y Don Salvador ese es el mejor regalo de su vocación “el cariño de la gente: para nosotros haber ayudado a tanto niño-a a crecer y realizarse es el mejor regalo para nosotros. Ahora Foios es nuestra escuela”.