Un paso a nivel viendo pasar el tiempo
El punto negro del cruce de vías con barreras de Alfafar-Sedaví lleva 40 años sin suprimirse pese a todo tipo de reclamaciones e iniciativas
Tomás Laguarda
Nadie del movimiento vecinal que se puso en marcha en los años ochenta del pasado siglo para exigir la supresión del paso a nivel de Alfafar-Sedaví en la Avenida Gómez Ferrer se iba a imaginar entonces que este cruce de vías con barreras de Renfe, situado en plena zona urbana, y muy poblada, del área metropolitana de València, continuaría igual en el año 2020, pero ahí está, viendo pasar el tiempo y sin visos de que vaya a ser eliminado a corto plazo. Pese a ser un punto negro ferroviario en cuanto a accidentes y arrollamientos, ha resistido los embates de todo tipo de reclamaciones e iniciativas y ha sido objeto de proyectos fallidos, constituyendo un caso anacrónico y digno de estudio.
Hoy por hoy, la empresa pública Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), no tiene previsto eliminar de forma prioritaria este paso a nivel. Dentro de su plan 2012-2024 para este tipo de actuaciones, Adif sólo tiene adjudicada desde 2017 la redacción de los proyectos de supresión de dos pasos a nivel en este trayecto de trenes de cercanías, el de la línea C1 de València a Gandia: uno en Cullera y otro en Tavernes de la Valldigna.
El de Alfafar-Sedaví parece haberse quedado en el limbo y poco se hace ahora para sacarlo de ahí. El movimiento vecinal se diluyó con el paso del tiempo. A ello contribuyó la decepción por la falta de resultados prácticos durante años y años, pero también el varapalo que supuso el que cinco vecinos de los que acudieron a una manifestación tras un accidente ocurrido en 1991, en el que murieron dos jóvenes, resultaran condenados a seis meses y un día de prisión, a pagar las costas del juicio y a indemnizar a Renfe por el corte del tránsito ferroviario durante la protesta.
También cabe señalar que las obras de permeabilidad de las vías férreas, que se acometieron paulatinamente con posterioridad en la zona, redujeron la tensión. Se construyeron el paso elevado existente en el lìmite del término municipal de Massanassa con el de Alfafar, a la altura del Parque Alcosa, así como el que conecta el barrio de La Torre con Sedaví y la Pista de Silla o V-31, además del paso subterráneo entre Benetússer y Alfafar en el Camino de Orba.
Movilización de las instituciones
No obstante, no es que el movimiento vecinal no consiguiera nada. Movilizaron a los políticos e hicieron que éstos llevaran el asunto hasta el Congreso de los Diputados y también a Les Corts Valencianes, además de propiciar las actuaciones de los ayuntamientos más afectados, los de Alfafar, Sedaví y Benetússer, a través de mociones y acuerdos, logrando asimismo que se recogieran sus propuestas en los programas electorales de varios partidos. Llegaron incluso a conseguir que, tanto el Ministerio de Fomento como la propia Generalitat Valenciana, pusieran en marcha proyectos para solucionar el problema, bien con la opción del paso subterráneo o bien con la del soterramiento de las vías, que es, en definitiva, la que reclamaban los vecinos. Sin embargo, nada de ello acabó siendo una realidad.
Durante años, las discrepancias entre los partidarios de la solución del paso subterráneo o túnel, que proponía el Ministerio de Fomento, y los del soterramiento de las vías, quienes lograron que la Generalitat Valenciana llegara a redactar un proyecto para ello, mantuvieron la solución en vía muerta. Hubo diferencias sobre estos planteamientos entre los gobiernos municipales de los propios ayuntamientos afectados, e incluso con vecinos y comerciantes de la zona.
Túnel o soterramiento de vías
Desde el Ministerio se planteó siempre la solución del paso subterráneo como la más idónea, alegando dificultades técnicas y económicas en contra del soterramiento de las vías, aunque dejando abierta esta posibilidad para estudiarla, pero condicionada a la remodelación de la Red Arterial Ferroviaria de Valencia, con la realización del Nuevo Acceso Sur, que entonces estaba prevista y que, posteriormente, dio lugar a la construcción del trazado ferroviario para el AVE por el oeste de la comarca.
En contrapartida, la Generalitat Valenciana elaboró el denominado Anteproyecto de Soterramiento de las Vías de Renfe en Alfafar, Benetússer y Sedaví, con sus correspondientes presupuesto y plazo de ejecución, el cual se anunció a bombo y platillo y llegó incluso a relacionarse con el proyecto del Parque Central de València. De hecho, se publicó que en 2003 el soterramiento estaría ya realizado, aunque finalmente se paralizó a consecuencia, entre otras causas, de las diferencias entre las distintas instituciones implicadas a la hora de llevarlo a cabo, al igual que ocurrió con el planteamiento del paso subterráneo.
Recuperación reivindicativa
Tras mucho tiempo sin que se moviera nada al respecto, aunque se ha continuado manteniendo la exigencia vecinal de una solución para el paso a nivel, hace algunos años se empezaron a realizar intentos para recuperar esta antigua reivindicación. Tale es el caso del Ayuntamiento de Alfafar, desde donde se llevaron a cabo en 2014 una serie de gestiones para retomar el proyecto de soterramiento de las vías, iniciando para ello contactos con la Generalitat Valenciana, con el Gobierno central y con Adif, así como planteando una posible financiación con fondos europeos. Desde entonces, no se ha avanzado y el Ayuntamiento de Alfafar volvía, en 2019, a reclamar que se estudie el proyecto del soterramiento.
Por su parte, la Mancomunitat Intermunicipal de l’Horta Sud ha incluido también esta reivindicación en su apartado de mejora de infraestructuras de la comarca correspondiente al Plan Estratégico Comarcal de L’Horta Sud 2018-2022.