Una serie limitada de 200 ollas de barro llevará la marca del siglo XV de Alaquàs

Después de pasar la fase de pruebas y correcciones, la marca de calidad que el colectivo artesano de Alaquàs utilizó en el siglo XV en sus ollas y pucheros de barro (el símbolo de la familia Aguilar, que ostentaba el señorío) volverá a estar vigente en una parte de la producción que saldrá de la única alfafería que pervive en la población.

La iniciativa de esta recuperación patrimonial es de la Asociación Cultural Gastronómica el Cullerot, que ha contado con el asesoramiento de Quaderns d’Investigació d’Alaquàs, y en concreto del estudioso Adrià Hernández. Representantes de ambas entidades, así como el alcalde, Toni Saura, y los concejales Fran Evangelista (Cultura) y Sandra Conde (Comercio) acudieron a la alfarería, hace unos días, para realizar la supervisión final de las pruebas.

 

El Cullerot ha encargado al alfarero Enrique Martí una serie limitada de 200 cazuelas de barro (100 para cocinar al fuego y otras 100 para utilizar en el horno), que llevarán la marca del águila ladeada. Por recomendación del artesano, se han elegido las del tamaño más habitual (seis raciones), que serán vendidas por la asociación gastronómica, destinando una parte de los fondos al proyecto solidario que desarrolla con el colectivo Cor de Vila. La población podrá encargar al Cullerot otros tamaños.

“Esta iniciativa es de gran importancia para el Cullerot, no solo porque se trata de una recuperación patrimonial sino porque nace como un proyecto colaborativo con otras asociaciones de Alaquàs. Además, estamos promoviendo una cocina saludable, la que sale de estas cazuelas, en las que se pueden elaborar platos tan ricos como l’arròs amb bledes o l’arròs al forn d’Alaquàs”, explica el presidente de la entidad gastronómica, Javier Atencia.

Por su parte, el alcalde, Toni Saura, valora que “la recuperación de la marca de los Aguilar es una gran iniciativa con muchas virtudes”. “Por una parte, recupera un hecho diferenciador de nuestra población que nos permite conectar con nuestra historia y hacerla presente, en una marca que nos dará unidad e identidad, y permitirá todo un abanico de iniciativas nuevas a partir de ella. Por otra, supone un paso más de nuestra sociedad civil, tan rica, activa y generosa ya que, en este caso, el Cullerot y Quaderns han demostrado la estima por estudiar y recuperar nuestra tradiciones y ponerlas en valor, y también la capacidad de creación, de transformación y de generación de impactos positivos que tienen las asociaciones de nuestro pueblo, de lo que estoy muy agradecido y orgulloso”, manifiesta el alcalde.

 

Y en este sentido, el director de Quaderns, Enric Juan, valora que recuperar esta marca “significa estudiar, conocer y mostrar la autenticidad de un diseño que puede convertirse en una seña de identidad o icono gráfico de la población, y también trabajar para establecer un marco de actuación futuro, eficaz y dinámico, en el que se priorice el desarrollo de la artesanía y la industria local”. “La nueva marca tiene también para mí un valor particular añadido: dar a conocer a la gente anónima, hombres y mujeres, artesanos y ceramistas de Alaquàs que, hace más de 500 años, hacían, creaban estas obras de gran valor artístico”, añade.

 


Las 200 ollas que compondrán la serie limitada se irán elaborando en diversos procesos, ya que su producción en la alfarería en esta época del año cuesta unas tres semanas. Las primeras salidas del horno y marcadas con el sello de calidad serán presentadas el próximo viernes, 11 de marzo de 2022, a las 19 horas, en un acto en el Castell, en el que ya se pondrán a la venta.

Para la ocasión, el Cullerot contará con la colaboración de Quaderns d’Investigació d’Alaquàs, la Unió Musical d’Alaquàs, Via Heraclia, Cor de Vila, Caixa Popular y el Ayuntamiento de Alaquàs. En el acto, además de presentar las cazuelas, se realizará una mesa redonda con la participación de Adrià Hernández, así como la arqueóloga que estuvo al frente de las excavaciones en el Castell,Paloma Berrocal, y el propio Enric Juan.

 

Una patente del siglo XV
En las excavaciones realizadas en el subsuelo del Castell entre los años 2006 y 2007 salieron a la luz numerosas piezas cerámicas y también dos fragmentos de ollas de barro que llevaban la marca de los Aguilar. Años después, el investigador Adrià Hernández ha documentado que fue una petición en el siglo XV del colectivo artesano local al señor, el Micer Jaume García de Aguilar, para marcar con el sello de su familia la producción local y así distinguir las cazuelas y pucheros de Alaquàs. Con ello, pretendían que las ollas de Alaquàs, que consideraban de mayor calidad, se identificaran por la clientela en los distintos mercados de la Corona de Aragón, respecto a otras fabricadas en los pueblos de alrededor, y que se estaban vendiendo como si fueran de Alaquàs.