Rafa Alandí, vecino de Benetússer: «Mi padre solo ha podido bajar a la calle en ocho ocasiones, un año después seguimos sin ascensor»

Rafa Alandí lleva tres años viviendo en Benetússer con sus padres. Decidió vivír con ellos, porque se estaban haciendo mayores y sobre todo, porque su madre necesitaba ayuda tras sufrir un ictus durante el confinamiento por la Covid-19.

La vida de Rafael, como la de muchos vecinos de l’Horta Sud, dió un giro inesperado el 29 de octubre de hace un año. Sobrevivió a la riada y ayudó a sobrevivír a muchos otros. Aunque hay algo que le pesa: no haber podido ayudar a todas las personas que se cruzaron en su camino durante las inundaciones de aquella tarde. Momentos así pesan en el ánimo de Rafa, pero que una vez pasada la tempestad, no se dén pasos hacia delante o los pasos sean tan lentos que desesperen, minan mucho más.

Una de las razones de su desaliento es ver como su padre, que también se llama Rafa y tiene 89 años, lleva un año sin poder bajar apenas de su casa. «Vívimos en un quinto y estamos todavía sin ascensor, y sin fecha para que lo reparen», señala Rafa, que afirma que su padre seguía unas rutinas que le daban vida y ahora está hundido. «Él se levantaba, se aseaba y bajaba a la calle a almorzar con sus amigos. Después, compraba el pan y se subía a casa». Esta costumbre tan sencilla hacía feliz a Rafael padre, pero desde hace un año solo ha podido bajar a la calle en ocho ocasiones y lo ha hecho gracias a un vecino, Adán Javier Lara, que cuenta con una silla trineo que le ha prestado para que pudiera salir.

Pero la tristeza y desazón de esta familia va más allá, la madre de Rafael sufrió una caída a los pocos meses de la DANA y se rompió la cadera, en marzo falleció. Tras la caída, Rafael solicitó ayuda a Cruz Roja y lamenta que hace solo unas semanas se pusieron en contacto con él para comunicarle que su madre tenía aprobada la ayuda solicitada.

El caso de este vecino de Benetússer no es el único. Muchas personas mayores o con movilidad reducida siguen atrapadas en sus hogares un año después porque no se han arreglado los ascensores.