LAS CONSECUENCIAS DEL MAL QUERER

Laura García Guardado

Promotora de Igualdad, Feminista, Coeducadora.

A las mujeres se nos educa en la Ley del Agrado, basamos nuestra autoestima en lo que las demás personas piensen de nosotras (1ª trampa mortal), idealizando y romantizando al Ángel del Hogar, el ser de y para los otros (2ª trampa mortal), convenciéndonos de que el amor todo lo puede (3ª trampa mortal), muriendo en el intento.

El 32% de las mujeres en la UE, según datos de la Encuesta sobre Violencia de Género de la UE de 2024, han sufrido violencia psicológica.

Es la más destructiva. Lesiva mentalmente. Sus secuelas neuropsicológicas, las más graves y duraderas, persisten en el tiempo. Estrés postraumático, abuso de sustancias o alcohol, ansiedad, aislamiento, ataques de pánico, cefaleas, conductas autodestructivas, culpa, depresión, deterioro de la autoestima y la autoimagen, dolores musculares, fatiga, hipervigilancia, hostilidad,irritabilidad, miedo, problemas de atención y memoria, problemas digestivos, recuerdos repetitivos, somatización, suicidio, trastornos del ánimo, trastornos del sueño (pesadillas, insomnio), vergüenza.

Te deshumanizan, te vacían de todo tu ser y solo cuando queda una cáscara hueca, comienzan a jugar contigo, así de crueles, así de perversos, así de maquiavélicos son. Tu identidad desaparece, ya toda tu eres su territorio conquistado. Estás atrapada.

Te estás convirtiendo en una fantasma, diluyéndote en el entorno, volviéndote transparente, ya no ríes, no tearreglas, solo lloras. Si dedicaran un poco de su tiempo a mirar y no a ver, a escuchar no a oír a su amiga, su hermana, su hija, su compañera de trabajo, verán que algo pasa, ¿es tanto pedir?

La puerta de la casa siempre está abierta, la llave que la cierra la tienes en tu mente, él te deja salir, porque sabe que siempre volverás, siempre…así es Barba Azul.

El silencio es el más cruel de los castigos, pueden pasarse horas, días, semanas sin hablarte, y tú te dedicas a pensar que has podido o no hacer. Cuando él quiere vuelve a hablarte, y tú a pensar que has podido o no hacer para volver a tener la atención de quien más te quiere; pero no lo sabes y te sigue manteniendo en esa sodomización mental. No te enfadas, la persona que más te quiere te vuelve a hablar.

Vuelve la calma tensa, un oxímoron.

Escucho la puerta y miro a mi alrededor, ¿hoy estará todo como él quiere? He puesto los vasos como me dijo ayer. No lo sé, haga lo que haga da igual. Estás desolada, impotente, el impacto a la línea de flotación de tus emociones es letal.

“Déjame en paz por favor”, rompo un vaso por desesperación y él me rompe el plato tan querido, donde mi abuela me daba la papilla.

Vamos en el coche, va bebido, pienso en abrir la puerta, para que todo acabe, que todo acabe, cada golpe en el volante, cada golpe en el salpicadero me rompe un poco más, que todo acabe

Dicho esto, la violencia no se debe objetivizar, no maltratan porque beban, jueguen o estén desempleados, así se justifica al victimario y se cuestiona a la mujer. Son hombres, machistas, misóginos.

La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995), interpela a los Estados a la aplicación de la CEDAW, ratificada por España el 16-12-1983, que en su Recomendación general N.º 19, les dice que las mujeres sufrimos violencia solo por ser mujer.

Lo que malvives lo conviertes en tu normalidad, él redibuja tu mundo, su voz es la autoridad, no hay otra; tu entorno es yermo, no crece ni la nada, ni siquiera eso, porque solo vive él. Solo se siembra la duda a lo que crees ver o sentir, no sabes si es real lo que sientes o estas exagerando.

Y así durante 11 años.

La próxima vez que se atrevan a preguntarle a una mujer “Y si era tan malo ¿por qué aguantaste?” “No habrá sido para tanto mujer, por lo menos no te ha pegado”, “Ay hija, es lo que te ha tocado”, muérdanse la lengua, porque si no van a apoyarla, no les necesitamos, den media vuelta y sigan tirando por la calle de en medio.

El amor de las mujeres seguirá sosteniendo los cielos por encima de ella para que no tenga que seguir soportando tanto peso sola.