Albal realiza un operativo coordinado para identificar y atender a personas sin hogar
El pasado jueves 27, más de 300 personas —entre voluntariado, profesionales de los Servicios Sociales municipales, entidades sociales y personal técnico de la dirección general de inclusión de la Generalitat Valenciana— recorrieron distintos municipios en plena noche con un objetivo común: visibilizar y contabilizar a quienes, por múltiples circunstancias, se ven obligados a afrontar cada día las duras condiciones de vivir en la calle. Este trabajo es esencial para que las políticas públicas dispongan de información real y actualizada, permitiendo identificar la situación de estas personas, poner el foco donde más se necesita y actuar de forma eficaz.
El 26 de noviembre, el director general Pedro Carceller y la jefa de Servicio, Elena Puig, visitaron el Centro de Servicios Sociales de Albal para coordinar la actividad y entregar el material de identificación a las personas participantes.
El dispositivo local estuvo formado por personal técnico de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Albal, profesionales de la entidad San Juan de Dios Valencia, personas voluntarias del municipio y, además, contó con la colaboración y supervisión de la Policía Local de Albal.
El día 27, antes de iniciar el rastreo, se procedió a dividir el plano del municipio en cuatro zonas de actuación, estableciendo un punto de control central en el Centro de Servicios Sociales, situado en la calle Santa Ana, 30. Desde allí se organizaron los equipos, se distribuyó la información y se estableció el protocolo de actuación para garantizar un recuento seguro, coordinado y exhaustivo.
La finalidad de esta jornada fue realizar una radiografía precisa de la situación de cientos de personas sin hogar en los municipios de l’Horta Sud. Crear un mapa real de sus condiciones de vida, necesidades y circunstancias, con el fin de ajustar los recursos a las necesidades concretas, orientar de manera más eficaz las intervenciones y atenderles para revertir situaciones de gran precariedad.
Según los últimos datos registrados del programa de recuentos, en la Comunidad Valenciana aproximadamente 837 personas se encontraban en situación de sinhogarismo en 2023. De ellas, 366 estaban alojadas en centros y 471 dormían en la calle. Estas cifras reflejan un incremento respecto a 2021, cuando se censaron 754 personas, lo que pone de relieve la necesidad de reforzar los dispositivos de detección, prevención y atención.
Este operativo se enmarca en la Estrategia Nacional para la Lucha contra el Sinhogarismo 2023-2030, impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, y que este año ha contado con la participación prioritaria de los municipios afectados por las inundaciones provocadas por la DANA del 29 de octubre de 2024.
La jefa de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Albal, Inma Ruiz, destacó que «en el dispositivo realizado en el municipio se identificaron siete personas en situación de sinhogarismo, todas ellas con expediente activo en el Departamento de Servicios Sociales. Son personas en situación de vulnerabilidad, aunque en ningún caso se ha detectado un riesgo extremo».
En cada una de las cuatro zonas definidas participaron equipos de dos o tres personas, todas ellas provistas de teléfono móvil con la aplicación SIGMA.
A través de esta herramienta se registraban —siempre de forma voluntaria— los datos de identificación de las personas sin hogar que aceptaban participar, así como su ubicación exacta.
Además, se recopilaron datos sobre su red de apoyo sociofamiliar, prestaciones que perciben, tiempo en situación de calle y otra información relevante para la intervención social. Estos datos, al estar protegidos, no pueden hacerse públicos, pero resultan fundamentales para obtener una radiografía real y actualizada del sinhogarismo en el municipio.
Asimismo, Ruiz subrayó que «la información recabada es fundamental para ajustar la planificación de recursos, fortalecer los programas de atención existentes y orientar futuras actuaciones de forma más precisa y eficiente, garantizando así una respuesta más adecuada a las necesidades detectadas».
En definitiva, el recuento nocturno en Albal reafirma el compromiso del municipio con la detección, atención y acompañamiento de las personas sin hogar. Un trabajo coordinado, cercano y humano que permite avanzar hacia políticas sociales más eficaces y hacia una comunidad más consciente, solidaria e inclusiva.

