El alcalde de Aldaia asegura que en su municipio hay «pánico tremendo» a que en otoño se pueda dar otra dana
El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján (PSPV-PSOE), asegura que en su municipio «la preocupación y el pánico es tremendo» ante la posibilidad de que en otoño se pueda producir una nueva dana porque «tenemos un verano muy caluroso, la temperatura del mar en el Mediterráneo es como otros años muy preocupante, y la psicosis es absoluta».
En una entrevista con EFE cuando se cumplen nueve meses de la dana del 29 de octubre, el alcalde asegura que lo que reivindican «es que cada administración haga sus deberes, que la Confederación Hidrográfica del Jucar (CHJ) ejecute las obras que le correspondan y que se actualice, juntamente con los ayuntamientos, la coordinación de las emergencias».
Destaca que el Ayuntamiento ha implementado una serie de medias alternativas desde el ámbito municipal, como es la elaboración de un registro de «personas vulnerables dana», personas que viven en planta baja, mayores de 75 años, o personas que viven en planta baja con movilidad reducida para intentar, «con el preaviso suficiente y la antelación necesaria, tomar medidas para evitar que haya muertos».
En Aldaia «llevamos 40 años reivindicando el problema de la inundaciones y ahora, además de los daños materiales hemos sufrido víctimas mortales, y eso es muy duro».
Guillermo Lujan ha pedido que se aprenda «de las lecciones tristes del 29 de octubre, porque en Aldaia llevamos 40 años reivindicando algunas actuaciones que hubieran mitigado parcialmente» las consecuencias de la dana.
En concreto, ha asegurado que si hubiera estado ejecutada una actuación en el barranco de La Saleta que «hemos reivindicado durante 40 años y a fecha de hoy está pendiente ejecutarse», se hubiera reducido en un 50 % el caudal que hubiera entrado en Aldaya el 29 de octubre, ya que agua no hubiera entrado en el casco urbano, sino que se habría desviado al norte y al sur.
En su opinión, hay que escuchar a la ciencia y no hacer política de partido: «es momento de escuchar a los científicos y de hacerles caso y que las obras se ejecuten, porque es fundamental para evitar futuros problemas que lamentablemente nos preocupan y nos alarma».
Luján ha afirmado que cuando piensa en aquel día los primeros sentimientos que le vienen a la cabeza son de «dolor y recuerdo a las víctimas mortales, que son lamentablemente las que no se pueden recuperar, y eso es duro de asumir».
En cuanto a la reconstrucción sostiene que aún queda mucho camino por hacer, si bien entre las cosas que más les preocupa está «el tema de los ascensores», que está afectando especialmente a gente mayor que no puede salir a la calle.
«Según nuestros datos hay aproximadamente 1 .500 viviendas afectadas y el 80 % aún no está completamente reformada por distintos motivos, por tanto reiteramos la necesidad de que el Consorcio siga agilizando las ayudas para que la gente pueda volver a su vida normal y los comercios y empresas puedan reemprender su actividad, porque hay una economía doméstica que lo necesita». EFE

