El bono de la Diputación inyecta 10 millones de euros en los comercios locales más afectados por la Dana

La Diputació de València ha completado la venta de la emisión inicial de sus bonos comercio dana, un paquete de 95.000 tarjetas que tendrán un impacto económico de más de 10 millones de euros en los 1.300 establecimientos adheridos de 26 municipios de la zona cero. La vicepresidenta primera, Natàlia Enguix, celebra el éxito de la iniciativa y avanza que la intención del gobierno provincial es “continuar con el proyecto junto a Cámara Valencia y ampliar la campaña a otros municipios afectados por la riada”.

 

La responsable de Promoción Económica en la Diputación señala que la iniciativa “está dirigida a impulsar el tejido comercial afectado por la dana, pero también pretende visibilizar el trabajo que los comerciantes realizan, a través de sus negocios de proximidad, generando riqueza en nuestros pueblos y ciudades”. “Estos establecimientos no solo contribuyen a dar vida y enriquecer el entramado social de nuestros pueblos, sino que garantizan los servicios y son un gran activo contra la despoblación”, añade Natàlia Enguix, quien ha aprovechado para felicitar a todas las personas que forman parte del sector en el Día del Comercio Local.

 

Por su parte, el presidente de la Diputación, Vicent Mompó, ha destacado la gran respuesta de la ciudadanía a la campaña impulsada por la Diputación, en colaboración con Cámara Valencia, Caixa Popular y los ayuntamientos de las 26 localidades seleccionadas por la Cámara, en función de la afectación de su tejido comercial. “Debemos aplaudir la reacción de decenas de miles de personas que en poco más de un mes se han sumado a la iniciativa y han acabado con los bonos”, apunta Mompó, quien enmarca la campaña en “las múltiples medidas que estamos impulsando desde la Diputación para facilitar el proceso de recuperación a los municipios afectados por la dana y a las personas que, en mayor o menor medida, sufrieron sus consecuencias”.

 

Venta por municipios

 

Los datos aportados por Cámara Valencia sitúan a Aldaia a la cabeza del listado de compradores por municipios, con más de 9.000 bonos adquiridos por personas empadronadas en la localidad. Le siguen Alaquàs, Algemesí y Paiporta con 8.691, 7.818 y 7.804 tarjetas vendidas respectivamente, y Catarroja con 6.591. Xirivella, Alfafar y Picanya superan ampliamente los 4.000 bonos, y Benetússer, Albal y Sedaví superan los 3.000, con 3.851 tarjetas adquiridas desde Utiel.

 

Por encima del millar de bonos comprados hay otros seis municipios: Chiva (2.839); Massanassa (2.679); Guadassuar (2.019); Cheste (1.864); Llombai (1.148); y Catadau (1.136). El listado de los 26 pueblos seleccionados en esta primera campaña del Bono Comercio Dana de la Diputación lo completan Pedralba (887); Loriguilla (542); Beniparrell (525); Montroi (323); Sot de Chera (251); L’Alcúdia (185); Riola (156); y Llocnou de la Corona (45). El resto de tarjetas, más de 20.000, han sido adquiridas por personas empadronadas en otros municipios de la provincia.

 

La también diputada de Cooperación, Natàlia Enguix, coincide con el presidente Mompó en que una de las claves de la campaña ha sido “la eliminación de la burocracia para los ayuntamientos, los comerciantes y los usuarios, con la gestión directa de la Diputación y la colaboración de Cámara Valencia y Caixa Popular, que se han encargado de la coordinación, el funcionamiento de la plataforma, el reparto de tarjetas y los costes de emisión de los bonos, que pueden gastarse hasta final de año”.

 

En este sentido, “el día que se abrió la campaña se vendieron casi 10.000 bonos”, apunta Enguix, que recuerda que las tarjetas compradas se siguen entregando en los puntos de reparto habilitados por los ayuntamientos y las asociaciones de comerciantes”. Cada bono tenía un coste de 50 euros y un crédito de 100 euros para gastar en los 1.300 comercios adheridos; establecimientos de todos los ámbitos y sectores, como boutiques, mercerías, joyerías, perfumerías, ópticas, ortopedias, calzado y alimentación, en el ámbito personal; electrodomésticos, telefonía, ferretería, decoración, muebles e iluminación, en el ámbito del hogar; y peluquerías, mercados, tintorerías, talleres o fotografía en el ámbito de los servicios.

 

Economía circular

 

Mauro Lorenzo es el presidente de Unió Gremial, que ha colaborado en la campaña de la Diputación junto a Confecomerç. En su opinión, “la iniciativa ayuda a la reactivación real del comercio local, no tanto a través de subvenciones sino de devolver la actividad a los establecimientos afectados”. La solución después de una catástrofe como la dana “no pasa solo por recibir dinero, es más importante que podamos generar trabajo con nuestros propios recursos para que vuelva a funcionar la economía circular”.

 

Lorenzo, propietario de una papelería en Alfafar, asegura que los comercios adheridos “han notado la influencia de los bonos, que son absolutamente transversales y te permiten comprar en cualquiera de los 26 municipios”. El presidente de Unió Gremial considera que la iniciativa de la Diputación “amplía el nivel de conocimiento sobre el tipo de comercios que tenemos en nuestros pueblos y ciudades, mostrando la variedad y la calidad de los productos”.