Un informe plantea recuperar “un gran cauce” del barranco de la Rambleta en Catarroja para evitar inundaciones

T. L.

La “recuperación de un gran cauce de capacidad” del barranco de la Rambleta para evitar inundaciones, es lo que se plantea en un informe que el Ayuntamiento de Catarroja ha trasladado a la asociación Recuperem les Barraques, tras su petición de información sobre las actuaciones realizadas y previstas en este punto crítico tras la ‘barrancà’ del 29-O.

 

En concreto, en dicho informe se plantea dotar al barranco “de una capacidad hidráulica muy superior a los 29 m³/s de la escorrentía generada actualmente, multiplicándola por varios enteros”, y se concluye que, de esta forma, “se estaría logrando una mejora real y casi definitiva del problema”. Asimismo, se resalta que la escorrentía actual sólo es válida para un periodo de retorno de 25 años, que se suele usar para el riesgo de saturación de alcantarillas, y que, por ello, habría que aumentar considerablemente la capacidad del barranco, con el fin de prevenir inundaciones graves, en las que hay riesgo para las vidas humanas, acercándose a un periodo de retorno de 500 años.

 

En el informe se adelantan incluso algunas de las actuaciones que sería necesario realizar en varias infraestructuras existentes, con el fin de recuperar “un gran cauce de capacidad” del barranco de la Rambleta, tales como “demoler parte de la V-31 -Pista de Silla- y elevar la cota de su rasante” o “aumentar la capacidad de drenaje de la acequia de la Font de la Rambleta, entre la V-31 y el lago de la Albufera”. También se señalan actuaciones en relación con la canalización de aguas residuales, para “asegurar una adecuada dilución de las aguas grises, creando un nuevo tanque de laminación y retención que lo permitiese” y realizando “una mejora en la capacidad de conexión de las aguas negras y grises hacia el Colector Oeste”.

 

Nivel del cauce

Se da la circunstancia de que, entre las actuaciones realizadas en el barranco destinadas, según se dice textualmente en el informe del Ayuntamiento, a «devolver el nivel del cauce a su situación natural», está la de «adecuar la salida natural del agua, gracias a un estudio topográfico, para llevar a nivel el suelo del cauce», para lo cual se ha procedido al «rellenado de tierras para llevar el cauce a su nivel desde el interior del cajón de pluviales al puente entre Catarroja y Albal». Y, además, se han cubierto dichas tierras «con una capa de ‘machaca’ -piedras o canto rodado- de 10 cm.», según se dice, «con el fin de evitar humedad». Por lo tanto, y como es evidente, se ha subido el nivel del suelo del barranco, lo cual no casa con “devolver el nivel del cauce a su situación natural” ni con el planteamiento de aumentar la capacidad del mismo.

 

El nivel ‘natural’ del cauce estaba antes más bajo, lo cual se puede comprobar en fotografías anteriores. En este sentido, llama la atención cómo, en el propio informe, se remarca que «en ningún caso se ha enterrado el barranco», pero, evidentemente, el nivel del suelo del cauce está más alto de lo que estaba antes de la ‘barrancà’, y mucho más que el ‘natural’ de hace muchos años. También resulta llamativo cuando se dice que,»de no actuar -en la forma en que se ha hecho-, tendríamos una piscina permanente, con sus consecuencias». Pero también es evidente que la ‘piscina’ se tendrá de todas formas si este tramo del barranco en la calle Pelayo no tiene al final la salida adecuada, porque el cauce no tiene continuidad como tal. En consecuencia, cuando llueva mucho en la zona, o venga agua de la avenida de la Rambleta, se embalsará, como ya ha ocurrido otras veces.

 

Conectado al colector de pluviales

Hay que tener en cuenta al respecto que la salida del tramo del barranco de la Rambleta al final de la calle Pelayo, además de no tener continuidad como tal, «conecta con el colector de pluviales de la calle», tal como se reconoce en el propio informe del Ayuntamiento,  lo cual significa que el barranco queda aquí, mediante un embudo, reducido a una simple tubería de desagüe urbano, con el obstáculo que ello supone para la adecuada circulación y canalización del agua en caso de fuertes lluvias.

 

En el informe, al agujero de salida que se halla al final de la calle Pelayo, en dirección al llamado camino de les Eres, se le llama «arco que da salida al agua que pueda recibir el barranco», aunque más bien parece el ojo de un puente sobre el barranco que, seguramente, ha resultado tapado con el paso de los años por el camino que lleva al túnel de les Barraques o de Juan XXIII, algo parecido a lo que ocurrió con el puente del Camí Real entre Catarroja y Albal, cuyos ojos están tapados desde hace muchos años, al igual que el cauce del barranco que había al otro lado del puente, hacia la avenida Rambleta, que resultó al final enterrado y sustituido por una simple tubería de desagüe.

 

Pie de foto: Estado actual del tramo del barranco de la Font de la Rambleta junto a la calle Pelayo (T. L.).