El sindicato médico pide «vigilancia en todos los centros de salud para evitar agresiones motivadas por las medidas derivadas del COVID»

València, 24 ago (EFE).- El Sindicato Médico de la Comunitat Valenciana (CESM-CV) ha reclamado a la Conselleria de Sanidad que dote a todos los Centros de Atención Primaria y puntos de Atención Continuada de vigilante de seguridad, para «minimizar al máximo las más que probables agresiones que pueden padecer los profesionales en fechas venideras».

El CESM ha señalado este lunes en un comunicado que está recibiendo, por parte de médicos de familia y pediatras de centros de salud de la Comunitat Valenciana, información sobre el «continuo e inadmisible aumento de agresiones verbales e incluso conatos de violencia física» que están padeciendo durante el desempeño de sus funciones.

El sindicato destaca que las nuevas medidas de seguridad derivadas de la crisis de la COVID-19 exigen medidas de protección que «deben ser más rigurosas» en los centros de Atención Primaria, al ser lugares de «mayor riesgo de transmisión de la infección».

Estas medidas, como la entrada escalonada a los centros, la valoración de la demanda previa a la consulta, las esperas por separado o más tiempo para atender a los pacientes «están provocando malestar e incomprensión entre algunos usuarios» y conllevan un aumento de quejas hacia el personal que organiza los circuitos y los facultativos que atienden las consultas, asegura.

«Quejas que desgraciadamente, en no pocos casos, están derivado en agresiones verbales e incluso en violencia física», asegura el CESM, que asegura que a este «repunte de conflictividad» se suma la «escasa cobertura de personal de seguridad» por parte de la Conselleria de Sanidad.

Así, argumenta que no se dispone de vigilante de seguridad en todos los centros, ni durante todo el tiempo de apertura de los mismos, con lo que los profesionales «están desprotegidos ante probables agresiones durante toda o la mayor parte de su jornada laboral».

Por ello, el Sindicato Médico exige que, en cumplimiento del Plan Integral de Prevención de las Agresiones en el Entorno Sanitario de la Conselleria de Sanidad, se dote a todos los centros de vigilante de seguridad durante todo el tiempo de apertura, y que la Administración sanitaria actúe de oficio contra cualquier agresor.

El CESM-CV asegura que emprenderá las acciones legales que considere oportunas contra la persona causante de agresión de la que sea objeto cualquier facultativo en el desempeño de sus funciones, y contra la Administración sanitaria «por su pasividad». EFE