Pediatras del Hospital de Manises reclaman que se lleven al especialista a los niños que sufren tics

Los pediatras del hospital de Manises (Valencia) han aclarado este martes algunas dudas sobre por qué aparecen los tics en los niños, que son movimientos de la musculatura estereotipados, involuntarios, inoportunos, irresistibles y bastante frecuentes, y han reclamado llevar al especialista a los menores que los tengan.

Entre un 26 y un 67 % de los casos de niños con tics pueden asociarse con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Al tratarse de una patología común entre los menores de edad, no debe generar especial preocupación entre los padres aunque adquieren relevancia cuando ocurren muchas veces al día e interfieren en su vida diaria, han informado este martes desde el hospital.

La doctora Laura Cuesta, del Servicio de Pediatría del hospital de Manises, afirma que se debe acudir al pediatra cuando los tics motores sean invalidantes es decir, cuando empiecen a ocasionar problemas en el propio niño o su entorno, o cuando se sospeche que existe un trastorno asociado.

Asimismo, la especialista recalca que en la mayoría de los casos estos tics son transitorios y que «se le debe explicar a la familia que se trata de un cuadro que no pone en peligro la vida del niño y que en ocasiones es autolimitado y desaparece con el tiempo”.

A pesar de que no se conocen las causas de los tics primarios, se cree que hay factores genéticos relacionados con su aparición y puesto que podrían tener un origen genético, tener antecedentes familiares puede suponer un factor de riesgo y es importante vigilar este aspecto.

A la hora de valorar los tics nerviosos, se debe tener en cuenta factores emocionales como el nerviosismo del niño, su estrés, concentración, tensión o alegría. Por eso, Cuesta asegura que hay que intentar «no recriminar al niño ni mostrar preocupación ante la aparición de estos movimientos».

El 99 % de los tics suele aparecer antes de los 15 años, y aunque pueden aparecer en niños de entre 3 y 4 años, la mayoría se manifiestan entre los 5 y 8 años. Además, en líneas generales, tiene una mayor prevalencia en niños que en niñas, siendo la proporción de tres casos de niños frente a uno de niñas.

Además de con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), los tics se pueden asociar, en algunos casos, con otros trastornos, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno del espectro autista (TEA) y el trastorno negativista desafiante, entre otros.

En la mayoría de los niños, una correcta información sobre los tics y un seguimiento evolutivo pueden ser suficientes para superarlos. En aquellos casos invalidantes, se reserva el tratamiento farmacológico que puede llegar a eliminarlos.

El abordaje psicológico, realizado con técnicas cognitivo-conductuales, también puede beneficiar al niño, siendo muy importante saber cómo trabajar los tics en menores. EFE