El Ayuntamiento de Albal celebra el centenario de dos de sus vecinas

De los casi 17.000 habitantes que tiene la localidad, hay 3 mujeres que atesoran los 3 dígitos

 

Ayer el pueblo de Albal quiso homenajear y celebrar que dos de sus vecinas han llegado a la cifra redonda, e inimaginable para algunos, de 100 años. Según los datos consultados en el censo, de los casi 17.000 habitantes que tiene la localidad, hay 3 mujeres que atesoran los 3 dígitos y además son las más longevas del municipio. Ellas son Ángeles, Isabel y Carmen.

Entre las 3 suman 300 años de vida, de experiencia y de sabiduría. Acumulan cientos de historias y de anécdotas, que han ido grabando en sus memorias con el paso de los años y sin duda son testigo directo de la historia de nuestro país y del municipio.

La más mayor de las tres es, Ángeles Puigcerver Pérez, que vino al mundo en febrero de 1923 en Valencia y que fue dependienta de una tienda de juguetes. A su avanzada edad es una gran amante de la fotografía y en la actualidad, vive en la Residencia de Ancianos Antonio y Julio Muñoz Genovés de la localidad de Albal. Ángeles comparte este hogar con, Isabel Benita Perea, que ayer recibió la visita del alcalde, José Miguel Ferris, y de la vicealcaldesa, María José Hernández, que quisieron estar presentes en la celebración de su centésimo cumpleaños y hacerle un regalo en nombre del pueblo de Albal.

Isabel nació un 7 de noviembre en un pequeño pueblo de Cuenca, de apenas 340 habitantes, llamado Villaverde y Pasaconsol, donde contrajo matrimonio, a los 33 años, con Zenón Zacarés, que por aquel entonces era el cartero del pueblo y por ese motivo se les conoce como la familia de ‘Los carteros’.  Isabel y su familia, llegaron a Albal cuando ella tenía 42 años y gracias a su fuerte carácter y a que siempre ha sido una mujer adelantada a su tiempo, echaron raíces en Albal. Ha dedicado gran parte de su vida al trabajo en el campo y al cuidado de su hogar y de sus dos hijas, Isabel y Edelmira, con las que, según nos cuentan desde la residencia, disfruta muchísimo paseando. Otra de las cosas que más le gustan a Isabel, es cuando vienen a visitarla sus nietos a los que adora y es que no tiene ni uno ni dos, sino que tiene cuatro. Es una mujer de mente inquieta y, a pesar de la edad, no le pierde ojo a la actualidad política y sigue siendo siempre la primera en apuntarse a todo. ¿Cuál es el secreto de su longevidad y de su buen estado de salud? Según nos comenta su hija Isabel, las 5 nueces que se come a diario puede que tengan algo que ver.

También recibió la visita institucional, Carmen Rodríguez Calderón, que nació en Madrid en agosto de 1923, en el seno de una familia de militares. Vino al mundo en un momento convulso de la historia de España, ya que pocos días después de su alumbramiento, entre el 13 y 15 de septiembre, tuvo lugar el golpe de Estado de Primo de Rivera. Tras pasar parte de su infancia de ciudad en ciudad por el oficio de su padre, Carmen, llegó a Albal con once años, y aquí continúa hoy en día. En el pueblo se la conoce como ‘La Capitana’ por el rango que ostentaba su padre, y capitana ha sido del hogar que compartía junto a su esposo Alberto Zacarés. De ese matrimonio nació su hija, Mª Carmen, con la que vive actualmente y que se emociona al hablar de su madre. Entre muchas virtudes, destaca, que a sus cien años, cada quince días le pide que coja turno en la peluquería y en la ‘esteticien’ para tener el pelo y las uñas en perfecto estado de revista.

Carmen, además, tiene dos nietos que la quieren con locura y que no dan crédito a algunas de las hazañas que les cuenta. Su padre estaba destinado en zapadores y siendo ella muy niña, el Coronel, que no tenía familia, exigía que ‘Carmencita’, les acompañase cuando iban a tender puentes y le encomendaba la misión de que le ayudase a dar de comer a las tropas e incluso a dar el visto bueno al rancho. En la actualidad a Carmen, le gusta estar al día de lo que pasa en el mundo que la rodea y pasa buena parte de su tiempo leyendo el diario y ojeando las revistas.

La longevidad está influenciada por una variedad de factores genéticos y ambientales, a los que hay que sumar unos hábitos de vida saludable como una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, evitar el tabaco y el consumo de alcohol o huir del estrés, pero estamos seguros de que si les preguntamos a nuestras tres centenarias podrían aportar algunos ‘tips’ que no están en los decálogos de los gurús de la vida eterna.