Miembros de la asociación preparando el cultivo de verduras y hortalizas (Foto: T. L.).

La asociación Del Camp a la Taula de Albal creará una red de abastecimiento local

Aprender de la naturaleza es educar para la vida. Este es el lema de la asociación Del Camp a la Taula, cuyos miembros aplican a rajatabla en el campo que cultivan en Albal, pese a que ello les hace ir contra corriente de su entorno. Y no sólo en cuanto a las prácticas que utilizan para obtener fruto de la tierra, propias de la agricultura ecológica, sino también por la propia concepción de su actividad, que no es para ellos un mero trabajo, sino todo un proyecto vital, en evolución y con proyección social, en el que el aprendizaje, la educación, el amor a la tierra y el respeto de la biodiversidad y el medio ambiente son primordiales.

Ahora, en consonancia con los cruciales tiempos que vivimos, se han marcado un nuevo reto: ampliar su base de acción como entidad, y también su número de socios y colaboradores, para crear una red local de abastecimiento de productos agrícolas de proximidad a las familias del municipio, aunque no es sólo eso. Se trata de ir más allá, para fomentar desde la base de la agricultura una economía social de carácter circular y autosuficiente en la localidad, con la implicación de la ciudadanía.

Para ello, según explica David Chiralt, paisajista y monitor medioambiental en centros educativos, así como miembro del equipo de trabajo de la asociación, se está estudiando ya la capacidad de abastecimiento que tiene el campo que cultivan en la actualidad, con el fin de extrapolarla al resto de terrenos agrícolas del municipio. Y ello en especial a los que se hallan baldíos porque sus propietarios han dejado de trabajarlos y cuya superficie total se va a averiguar, aunque, según Chiralt, puede que constituyan hoy por hoy casi una tercera parte de la zona rural del término municipal albalense.

Proyección social

La proyección social de la entidad se hace patente en los postulados de su proyecto. Por ejemplo, cuando se destaca que éste “no pretende ser aislado ni individual, puesto que reconocemos la necesidad de relacionarse con personas que alberguen proyectos e inquietudes similares, que sirvan como puerta de entrada de diferentes experiencias, que promuevan el intercambio de conocimientos y tecnologías y que mejoren el concepto global de entender y actuar en la agricultura, desde una visión de responsabilidad hacia la naturaleza y hacia la vida misma”.

El campo que cultiva la asociación cuenta en la actualidad principalmente con variedades de árboles frutales y plantas silvestres, pero el equipo de trabajo, en el que colaboran, entre otros, Salvador Pérez, experto en economía social, y su hermano Fernando, biólogo, está ampliando el cultivo en el terreno disponible para obtener verduras y hortalizas y también tiene previsto plantar cereales y legumbres, así como incluso criar gallinas.

Permacultura

El cultivo de este terreno está basado en la agricultura ecológica y en la llamada permacultura, que es, según se explica en el proyecto, “una alternativa tangible en el corto, medio y largo plazo, que permita revertir el proceso de desertificación provocado por prácticas agrícolas que ignoran el conocimiento de los ciclos ecológicos, una gestión ineficiente del suelo y paradigmas de la agricultura actual obsoletos que, con fines meramente mercantilistas, llevan a la pérdida continua de fertilidad y biodiversidad de suelos”.

En este mismo sentido, se destaca también en el proyecto que “la tierra, como conjunto vivo, precisa del restablecimiento de sus ciclos nutritivos que, a su vez, procuren la vida sobre ella. Es por ello que estamos creando un libro en blanco de prácticas y procesos para la regeneración del suelo, mediante métodos naturales que estén a la mano de cualquier persona o colectivo. Estos objetivos incluyen la diseminación de este conocimiento para su posterior adaptación a nuevos espacios con características diferentes, pero con una necesidad común, re-conectar con la tierra”.

Huertos educativos

La asociación agroambiental Del Camp a la Taula lleva funcionando desde 2012 y ha venido desarrollando diversas actividades. Entre ellas la promoción y celebración de un mercadillo ecológico en Albal o el fomento de los huertos educativos en centros docentes. En la actualidad, mantiene un convenio con el Instituto de Enseñanza Secundaria de Albal para la formación en materia de agricultura ecológica y medio ambiente, así como otro con una asociación vecinal del barrio de Velluters en València para la gestión y mantenimiento de un huerto urbano, proyecto que cuenta con la ayuda del ayuntamiento de la capital.