Objetivo: Salvar a L’Albufera de su aterramiento

T. L

Después de muchos años de estudios, proyectos y legislación sobre L’Albufera, su saneamiento continúa siendo una asignatura pendiente porque, aunque en algunos aspectos se ha mejorado su estado, se halla muy lejos de que se vuelva, por lo menos, a la situación en que se encontraba en los años 60, que es la meta que se han propuesto instituciones y técnicos. Sin embargo, por encima de los esfuerzos por mejorar la calidad del agua y el entorno ambiental, está por resolver el problema del progresivo aterramiento del lago, que amenaza con acabar con su propia existencia. Un reto al que ha plantado cara una iniciativa particular, que apoya un anteproyecto innovador para evitarlo.

Para hacerse cargo de la magnitud del problema hay que tener en cuenta que la profundidad media del lago era antiguamente de unos tres metros y ahora es de uno y medio, mientras que el aterramiento viene aumentando poco a poco cada año. La solución planteada para evitarlo, aunque hay técnicos que dudan sobre su efectividad o conveniencia, es el dragado del fondo del lago. Sin embargo, el citado anteproyecto de la iniciativa particular, aunque contempla también este procedimiento, va a la raíz del problema, al constatar que el principal aporte de tierra al lago es el barranco del Poyo, sobre todo con ocasión de grandes avenidas de agua, y concluir que sin evitar este aporte no se puede salvar el lago de su colmatación.

La propuesta innovadora apunta pues a realizar una serie de obras que impidan que el barranco del Poyo, principalmente en momentos de fuertes avenidas de agua, desemboque directamente en L’Albufera, como lo hace ahora, y lo haga mar adentro, con lo que la tierra que arrastra no entraría en el lago. Para ello, harían falta unas compuertas en la actual desembocadura del cauce en el propio lago y unos espigones en la costa a partir de la playa, de forma que se desviaría el barranco hacia el mar. Asimismo, también se indica la conveniencia de una conexión del barranco, aguas arriba, con el nuevo cauce del Turia, para derivar ya desde ese punto parte de la tierra arrastrada.

En este anteproyecto, el dragado se contempla de forma secundaria y se destina a aumentar la altura y el refuerzo de las motas del perímetro del lago que delimitan el marjal. En definitiva, se trata no de aumentar la capacidad del lecho a base de continuos dragados, sino de llegar casi a no hacerlos necesarios porque se evitaría el aporte de tierra a L’Albufera, con lo cual se disiparía la amenaza de su aterramiento y se facilitaría su saneamiento y recuperación.

La existencia de esta iniciativa se ha comunicado a Presidencia de la Generalitat Valenciana, así como a varios representantes de agrupaciones políticas, habiendo mostrado alguno de estos últimos su interés por ella.

Reducción de aportes
La Confederación Hidrográfica del Júcar viene llevando a cabo obras en el barranco del Poyo, que es de su competencia, principalmente destinadas a la reestructuración del cauce para minimizar los riesgos de inundaciones, aunque sus responsables aseguran que dichas actuaciones, que contemplan la instalación de “elementos de laminación y de derivación hacia el Turia, reducirán también los aportes sólidos a la Albufera y contribuirán al control de los procesos de aterramiento del lago”.

Asimismo, este organismo estatal ha anunciado que tiene otras obras previstas dentro de un plan integral contra avenidas en esta cuenca, “tanto estructurales como no estructurales, con una inversión prevista del orden de 250 millones de euros, con la finalidad, no sólo de proteger al lago de los procesos de aterramiento, sino también de la pérdida de ecosistemas y de la calidad de las aguas”.

Obras de adecuación
Por otro lado, hay que señalar la existencia de otra obra en proyecto, también de la Confederación Hidrográfica del Júcar, denominada ‘Adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo vertiente a la Albufera’, en la que, entre otras actuaciones, se prevé la realización de una “vía verde para derivar el exceso de caudal del Poyo al nuevo cauce del río Turia”, la cual se explica indicando que, “dado que el tramo aguas abajo de Paiporta ha sido acondicionado para un caudal máximo de 800 m³/s y el caudal estimado para T= 500 años es de 1.500 m³/s, a fin de evitar inundaciones en dicho tramo, es necesario aliviar el exceso hacia el río Turia (700 m³/s)”. La longitud de este nuevo cauce previsto en la citada obra es de 2.270 m.”.

Este proyecto, que tiene un presupuesto en conjunto de 265 millones de euros y afecta a los términos de Alaquás, Aldaia, Buñol, Chiva, Loriguilla, Paiporta, Pica-nya, Quart de Poblet, Riba-roja de Túria, Torrent y Valencia, tiene como principal objetivo “la reducción del riesgo de inundación en las poblaciones situadas en el ámbito de los barrancos Pozalet, Saleta y Poyo”, pero también, según se indica en el mismo, “la protección del parque Natural de la Albufera frente a los procesos de colmatación y pérdida de calidad de los ecosistemas”.