Animalistas piden que ningún perro quede excluido en ley de bienestar animal

Integrantes de las organizaciones de defensa animal AnimaNaturalis y CAS International se han concentrado este sábado en València para exigir que ningún perro quede excluido de las futuras leyes de protección y bienestar animal, tanto autonómica como estatal.

Varias decenas de personas se han reunido en la plaza del Ayuntamiento, donde han realizado una instalación para reclamar una protección igual para los perros utilizados en actividades de caza, sean deportivas o cinegéticas, a los que consideran «las otras víctimas de la caza».

Los manifestantes han simulado la escena de un crimen, dibujando en el suelo la silueta de varios cuerpos de perros con machas de sangre, mientras mostraban pancartas en las que se podía leer «merecen igualdad de derechos» y «protección para todos».

Desde estas organizaciones denuncian las prácticas que se realizan con los perros de caza, a los que se concentra «en las condiciones más precarias que se puedan imaginar» o se les «obliga a reproducirse para mantener camadas jóvenes y aptas para la actividad», mientras se «desecha a los mayores y a aquellos que no cumplen con las especificaciones necesarias para cazar».

«No existe control ante esta actividad ni fiscalización por parte de las autoridades, cosa que podría cambiar con el proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales, que pretende unificar y establecer unas normas comúnmente aplicables en todo el Estado», han reconocido.

Sin embargo, denuncian que «una enmienda del PSOE ha pedido excluir de dicho proyecto de ley a los perros utilizados para la caza u otras actividades, mientras que, paradójicamente, en la Comunitat Valenciana, ha sido una enmienda del PSPV la que ha incluido de forma expresa a los perros de caza en la ley autonómica».

En este sentido, piden al PSOE «que mire al PSPV y permita de igual manera que los perros usados para cazar queden amparados bajo la misma Ley», pues no ven «ningún motivo científico, legal y mucho menos ético, por el que se promueva que haya perros de primera y de segunda». EFE