El confinamiento de Lleida, preludio de lo que puede pasar en más zonas de España

El juez de guardia de Lleida ha avalado el confinamiento perimetral de la comarca del Segrià (Lleida) acordado por el Govern, ante el riesgo «inminente y extraordinario para la salud pública», aunque lo ha limitado a un período de quince días, que podrá prorrogarse en función de la evolución de la pandemia.

En un auto, el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Lleida ha ratificado la resolución de la Generalitat que restringe la salida y entrada de personas en la comarca del Segrià, ante el aumento de contagios por coronavirus, con una incidencia de 149,1 casos por 100.000 habitantes en las dos últimas semanas.

Para el juez, el incremento de casos de COVID detectados en esta comarca y la evolución de la curva epidémica supone «un riesgo para la salud colectiva derivado del elevado riesgo de propagación, lo que justifica la limitación de la libertad de circulación».

Asimismo, añade el auto, «es público y notorio la existencia de un riesgo inminente y extraordinario para la salud pública que precisa de medidas que impidan al avance y propagación de la enfermedad», sin que las restricciones acordadas por el Govern puedan considerarse «excesivamente gravosas o desproporcionadas».

En la Comunitat Valenciana

Cifras como las de Segrià no se han dado en la Comunitat Valenciana aunque lo ocurrido en esa comarca se está viendo con expectación desde las administraciones valencianas donde los protocolos de detección del Covid-19 están funcionando cada vez que se detecta a un posible positivo y se produce el aislamiento de la persona y de todas las personas cercanas con las que ha tenido contacto.

La Conselleria de Sanidad sigue con lupa la evolución de casos por municipios en la Comunitat haciéndo especial hincapié en las zonas costeras donde se concentra mayor número de personas. Alboraya, Meliana, Foios, Massalfassar, Massamagrell, La Pobla de Farnals, El Puig y Puçol cuentan con protocolos para sus playas: mayor presencia policial, drones de vigilancia o como en La Pobla de Farnals, control del aforo por acomodadores.

En cualquier caso, los alcaldes y alcaldesas de l’Horta, insisten en la necesidad de respetar el distanciamiento y hacer uso de la mascarilla cuando la distancia es inferior a 1,5 metros.