La mocadorà: ¿por qué el 9 de octubre es el día de los enamorados en la Comunitat Valenciana?

La tradición de regalar mazapanes de colores que imitan frutas y otras formas envueltas en un pañuelo es parte, desde hace décadas, de las celebraciones del 9 d’octubre, el Día de la Comunitat Valenciana que se ha celebrado recientemente con distintos actos culturales y festivos por todo el territorio valenciano.

Sin embargo, para muchos, el significado de esta tradición, con especial arraigo en la ciudad de Valencia y los pueblos cercanos como los de L’Horta, y cuyo origen se remonta tres siglos atrás, es totalmente desconocido.

Es común, cuando algo se celebra “de toda la vida”, aceptarlo como normal, pero, lo cierto es que detrás de muchas celebraciones y costumbres se esconden historias muy interesantes. Hasta sobre las fiestas valencianas más populares, las Fallas, existen diversas curiosidades poco conocidas como no saber muy bien cómo surgieron o que uno de sus actos más emblemáticos, la mascletà, fuera originariamente un corre-traca. Del mismo modo, existen muchas curiosidades sobre la mocadorà, por ejemplo, que su origen está relacionado precisamente con la pólvora.

Origen de la mocadorà

Para encontrar el origen de los dulces con los que se celebra Sant Donís, el “San Valentín valenciano”, nos tenemos que remontar al siglo XVIII. Con su victoria en la Guerra de Sucesión, Felipe V no solo quemó Xàtiva en 1707 -un acto por el que los ‘socarrats’ se vengaron colgando su retrato boca abajo en el museo de la ciudad, incluso viajando así recientemente para una exposición en Almansa-, sino que también impuso otras prohibiciones.

Entre ellas, se encontraba la prohibición de conmemorar la entrada en Valencia, un 9 de octubre de 1238, del rey Jaume I. Desde 1338, era costumbre celebrar este acto, que fue uno de los hitos de la formación del Reino de Valencia, con el lanzamiento de petardos durante el 8 y el 9 de octubre, día de Sant Donís.

Como respuesta a esta prohibición, los pasteleros de Valencia decidieron hacer unos dulces de mazapán como si fueran petardos, els piulets i tronaors, cuyas formas alargadas y redondas tenían un evidente doble sentido.

A estos “petardos” de mazapán se añadieron otros con forma de frutas. Estos tienen un doble significado. Por un lado, simbolizan la fertilidad, ya que hacen referencia a la riqueza de la huerta valenciana; por otro, se remitían a las frutas y hortalizas que se dice que los habitantes de los territorios valencianos regalaron a la esposa de Jaume I, Violante de Hungría.

Estas referencias hicieron que se convirtiera en costumbre que los enamorados regalasen estos dulces a sus enamoradas; un acto que ha sobrevivido hasta nuestros días.

¿Por qué se regala un pañuelo el 9 d’octubre?

El porqué de incluir un pañuelo de regalo en la mocadorà es más prosaico. Esta costumbre empezó a popularizarse a partir del siglo XIX, cuando el hecho de poder comprar dulces de azúcar era más asequible y no estaba reservado solo a las clases más pudientes.

En aquella época, y hasta hace relativamente poco, era habitual utilizar pañuelos para transportar víveres y otros enseres. El mocador de farcell o mocador fardero, porque se empleaba para hacer fardos, era un pañuelo con un estampado con pequeños cuadros negros, normalmente de color beis o marrón, muy típico para realizar esas labores de transporte de alimentos y otros objetos.

Con el tiempo, el mocador o pañuelo se convirtió en parte indispensable del regalo y, cuando dejó de tener una función meramente práctica, se fue sofisticando y, en la actualidad, se trata de fulares de múltiples estampados y tejidos. La tradición manda que cada año se tiene que regalar un pañuelo distinto, y la persona que los recibe los tiene que ir guardando todos desde el principio de la relación, cuando la pareja empezó a ‘festejar’.

Pese a que la tradición de la mocadorà se ha mantenido durante siglos, por fortuna, sobre todo para los más golosos, en los últimos años está viviendo un nuevo impulso, con concursos y otros eventos para celebrar el 9 d’octubre con esta dulce muestra de afecto.

Y una última curiosidad: pese a la estrecha vinculación de los mazapanes de la mocadorà con el 9 d’octubre, este regalo no es exclusivo de esa fecha. Tanto en Gandía como en Orihuela y la zona de la Vega Baja, se regalan para la feria de Sant Antoni; mientras que en el municipio castellonense de L’Alcora, desde los años 50, la mocadorà se celebra el día de Sant Vicent.